El fuego une. El fuego siempre se enciende. Calor y algarabía. El fuego del buen vivir. Vino y fuego, placeres carnales. Es un placer entregarse a las delicias salidas del fuego y al buen vivir. El placer de un buen asado.

Delicias al fuego que alimentan el alma. Bocados de mar y fuego siempre excitantes. La distancia es corta cuando hablamos de compartir alrededor del fuego. El fuego llama y acerca. La ceremonia alrededor del fuego inicia. El asado es un ritual. La noche cae y el fuego se aviva.

Algarabía alrededor del fuego del Bacán. De cenizas resurge de nuevo el fuego. El nuevo comienzo, un día más. Sagrada elección. Pan, carne y vino. El preludio de una gran experiencia siempre incluye fuego. A merced del placer pues la carne es débil. Prólogo a un gran festín. La faena de cocinar al fuego inicia. Que nunca falte el asado.

La habitual ceremonia del fuego, el pan y el vino. Alimentar el cuerpo y el alma es un acto imperante. Al cuerpo lo que pida. El fuego no descansa. Una oda al placer del buen vivir. Leña, carbón, fuego y humo… todo tiene un punto de transformación. El placer de llegar al éxtasis al conseguir lo anhelado.

Bacán Parrilla, San José del Cabo, Baja California